Pablo Neruda, Chile
Amiga, no te mueras.
Óyeme estas palabras que me salen ardiendo,
y que nadie diría si yo no las dijera.
Amiga, no te mueras.
Yo soy el que te espera en la estrellada noche.
El que bajo el sangriento sol poniente te espera.
Miro caer los frutos en la tierra sombría.
Miro bailar las gotas del rocío en las hierbas.
En la noche al espeso perfume de las rosas,
cuando danza la ronda de las sombras inmensas.
Bajo el cielo del Sur, el que te espera cuando
el aire de la tarde como una boca besa.
Amiga, no te mueras.
Yo soy el que cortó las guirnaldas rebeldes
para el lecho selvático fragante a sol y a selva.
El que trajo en los brazos jacintos amarillos.
Y rosas desgarradas. Y amapolas sangrientas.
El que cruzó los brazos por esperarte, ahora.
El que quebró sus arcos. El que dobló sus flechas.
Yo soy el que en los labios guarda sabor de uvas.
Racimos refregados. Mordeduras bermejas.
El que te llama desde las llanuras brotadas.
Yo soy el que en la hora del amor te desea.
El aire de la tarde cimbra las ramas altas.
Ebrio, mi corazón. bajo Dios, tambalea.
El río desatado rompe a llorar y a veces
se adelgaza su voz y se hace pura y trémula.
Retumba, atardecida, la queja azul del agua.
¡Amiga, no te mueras!
Yo soy el que te espera en la estrellada noche,
sobre las playas áureas, sobre las rubias eras.
El que cortó jacintos para tu lecho, y rosas.
Tendido entre las hierbas yo soy el que te espera
1 comentario:
NO LLOREN POR MI ARGENTINA, LLOREN POR LOLA
Presentador. Bienvenidos. Ay lola, bendita lola, si Gardel viviera cantaría la mejor canción sobre vos. Envejeciste sin darte cuenta entre las candilejas de este bar de los tugurios de Buenos Aires. Si salieras a la calle te darías cuenta que las prostitutas modernas ya no se hacen cachitos con marbellina en los ojos, no se pintan los cachetes con achote ni se ponen minifalda cuando sus piernas son dos estacas. De acuerdo, no te daré más consejos en público, des inicio a uno de esos poemas malos de ese poeta que te exprime como un vampiro.
MARIPOSA DE LA NOCHE
Cuando el prostíbulo abra sus puertas
y desparrame su olor a sábado,
debes lucir esa bata de flores negras
que te da cierto aire vampirezco.
A eso de las tres puedes venirte
para que me regales
la última burbuja de la noche.
SALOMÓN BORRASCA
Publicar un comentario